Tras larga travesía por océanos desiertos,
me esforcé por sonreir,
hasta que tus ojos y tus dedos
me atrajeron hacia ti.
Y cantabas:
Navega hacia mí, navega hacia mí
déjaté envolver
estoy aquí, estoy aquí
mi abrazo te espera.
¿Soñé que soñabas conmigo?
¿Fue aquí cuando desplegué las velas?
Ahora mi barco enloquece,
martillea las rocas herido de amor,
porque tú cantas:
“No me toques, no me toques, vuelve mañana:
mi corazón no oculta la tristeza”
Desconcertado como un recién nacido,
desafío a la marea
¿debería permanecer entre las rocas?
¿o descansar junto a mi esposa la Muerte?
Escucha mi canción:
“Nada hacia mí, nada hacia mí,
déjate envolver,
estoy aquí, estoy aquí,
mi abrazo te espera.”
TIM BUCKLEY – 1968
THIS MORTAL COIL – 1984